Hace unos días me preguntaba ¿Ser flaite estará de moda? Y Revisando diversos espacios, antes reservados para la gente común y corriente, me di cuenta que están invadidos.
Su música también nos ha invadido, El reggeaton, y no me refiero a que el reggeaton en sí sea algo no escuchable ni mucho menos ya que si la colocan en la Disco uno tiene que bailarlo, sino a qué diablos va. Pero todo lo que rodea empezando por las historias de los cantantes, que son muy lacrimógenas, las letras de algunas canciones y los fanáticos de esa música, va ligado de la mano de ellos. Los flaites chilenos adoptaron palabras (provenientes de Pto. Rico, cuna del reggeaton) que ahora aparecen en todos lados.
Su ropa, que de la mano de la moda del reggeaton también nos ha invadido, si vas a las tiendas encuentras todo el catálogo de polerones, zapatillas y jeans como lo más top.
No sé sabe cuanto durará esta sobreexposición de los flaites en medios masivos y cosas cotidianas de la vida. No digo que sea algo malo, sólo hago un análisis de que se ve hoy en día en nuestras calles.
